jueves, 2 de marzo de 2017

El Lado Dulce de la Barra: Las tartas de Viena y Budapest


Si la cocina centroeuropea es excelente y variada, los postres no tienen nada que envidiarle a los platos, especialmente las tartas.

La calidad de las tartas húngaras y austriacas es de primera, además de gozar de una amplia variedad de las mismas. No obstante en cada país existe una tarta autóctona que destaca por encima del resto.

La tarta Dobos de la Pastelería Gerbeaud de Budapest


Las pastelerías y cafeterías de Budapest presumen de poder exhibir tras sus mostradores de la Tarta Dobos, el postre magiar más famoso. Debe su nombre a su creador el pastelero Jozsef Dobos, quién la inventó en 1885. Durante sus más de 140 años de existencia, muchos han sido los afortunados en degustarla, aunque destacan los emperadores Francisco José I e Isabel de Wittelsbach, conocida más por Sissi, entre quienes la probaron por primera vez.

Se trata de un pastel formado por finas capas de chocolate y bizcocho esponjoso que se intercalan simultáneamente. Como colofón, una última capa de caramelo crujiente pone la guinda a este sensacional postre para los aficionados al dulce.



Porción de tarta Dobos


Sin lugar a dudas la Pastelería Gerbeaud, ubicada en la Plaza Vörösmarty, es uno de los mejores lugares para degustar la tarta Dobos, así como otras muchas especialidades magiares. Con unos 150 años a sus espaldas, se trata de una de las pastelerías más carismáticas de la ciudad de Budapest. Cuenta con diferentes salones, muy elegantes y lujosos. La porción de tarta Dobos se cotiza a 2250 florines húngaros, unos 7'50 €.
Un marco idílico para disfrutar de la repostería húngara acompañada por un buen café.



Fachada principal de la Pastelería Gerbeaud

Salón interior de la Pastelería Gerbeaud


La tarta Sacher, desde 1832 en el Café Sacher de Viena


En Viena no se quedan atrás en cuanto a la elaboración de productos confiteros, el famoso Apfelstrudel o el chocolate de Mozart son algunas de las especialidades más demandadas. No obstante la joya de la corona de las pastelerías austríacas es la Tarta Sacher, Sachertorte para los austríacos, un postre que rinde culto al chocolate. Esta tarta fue creada por un joven Franz Sacher en 1832 con el fin de satisfacer los caprichos del príncipe Klemens von Metternich, años más tarde con la fundación de su propio hotel, el Hotel Sacher, en 1876, la tarta comenzó a servirse en el mismo y a ir adquiriendo protagonismo poco a poco entre sus huéspedes hasta alcanzar fama internacional.

El pastel lo forman dos gruesas capas de bizcocho de chocolate, separadas por una fina capa de mermelada de albaricoque, todo a su vez recubierto por una exquisita capa de chocolate crujiente y acompañado por un buen pegotón de nata montada. La sensación que transmite este postre al degustarlo probablemente no se puede describir con palabras, por lo que requiere probarlo obligatoriamente, especialmente para los "chocoadictos". Resulta muy gratificante acompañar el trozo de tarta con un rico café Wiener Melange, otra especialidad austriaca.



Porción de tarta Sacher acompañada de un Wiener Melange


El mejor lugar para probar este postre austriaco no es otro que su punto de origen, el Café Sacher. El establecimiento hace las veces de cafetería del Hotel Sacher, situado en Philharmoniker Strasse, a espaldas de la Ópera Estatal de Viena, uno de los edificios austriacos más importantes. La cafetería guarda similitudes con Gerbeaud, salones amplios con aires y decoración de otros tiempos. Este delicioso postre austriaco tiene un precio de 6'50 €.
Es bastante recomendable llegar pronto, pues las colas de espera para poder tomar una mesa son muy comunes.



Puerta de entrada al Café Scaher

Uno de los salones de estilo imperial del Café Sacher


Postres de la época imperial austrohúngara que han perdurado en el tiempo y han ido adquiriendo relevancia y protagonismo en el mundo confitero ya no sólo a nivel centroeuropeo sino en el marco internacional.

Guten Appetit!

Jó étvágyat!






jueves, 23 de febrero de 2017

Descubriendo la cocina centroeuropea en Viena y Budapest


Europa Central es una región que ha ido experimentando cambios constantes a lo largo de la historia, cuna de diferentes pueblos europeos, centro de origen de la I y II Guerra Mundial o territorio de expansión del comunismo y la URSS. Todos estos acontecimientos históricos han influido considerablemente en el desarrollo de los territorios que la componen, tanto a nivel social como cultural.

Pese a todo, se tratan de países con una profunda historia, costumbres ancestrales, hermosos parajes naturales y de gran tradición culinaria, y es que si por algo destaca la cocina centroeuropea es por la conservación de recetas tradicionales que han ido pasando de generación en generación, platos sencillos y voluminosos, muchos de ellos de origen rural para combatir las bajas temperaturas que suelen azotar a estos territorios durante el frío inverno de Europa Central.


Se pueden degustar diferentes tipos de productos, platos y especialidades, algunos de los mejores sitios para probar estos manjares son las grandes capitales centroeuropeas, dónde abunda la oferta y la variedad de restaurantes de cocina tradicional. Budapest y Viena son posiblemente dos de las ciudades donde mejor se puede comer en Europa Central.

El paprika y la cocina en Budapest


Situada a orillas del Danubio, Budapest, capital de Hungría, es una de las ciudades más imponentes de Europa y uno de los epicentros de la cocina magiar. Una cocina influenciada por el uso de las especias, especialmente el paprika, también conocido como pimentón, fundamental a la hora de elaborar la mayor parte de las recetas húngaras. Se tratan de platos campechanos, con la carne de ternera o cerdo como protagonistas principales, acompañados por salsas y guarniciones. Las sopas también tienen un papel destacado entre los húngaros para combatir el frío local.

Budapest cuenta con un gran número de restaurantes especializados en la cocina tradicional húngara, ubicados en lugares privilegiados de la ciudad y con precios muy asequibles para nuestros bolsillos.

Para degustar algunos de los entrantes magiares más populares, el Hungarikum Bisztró es un lugar ideal. Ubicado en Steindl Imre utca, muy próximo al Parlamento, se trata de un pequeño restaurante decorado al estilo tradicional húngaro y que cuenta con música en directo todas las noches. El establecimiento carece de barra y dispone de tan solo de un par de salones, por lo que es bastante recomendable reservar con antelación.



Fachada del Hungarikum Bisztró
Actuación en directo en el Hungarikum Bisztró



La oferta es amplia, aunque destacan los entrantes, uno de ellos es el Lángos, una masa de pan a base de harina y levadura, normalmente plana, que se fríe en aceite para que quede bien crujiente y posteriormente se cubre con queso gratinado y crema agria de ajo. Se trata de una especialidad húngara que se puede encontrar con diferentes versiones tanto saladas como dulces. Su precio es de unos 1200 florines húngaros, lo que viene a ser unos 4 €.



Lángos, una de las especialidades de la cocina húngara


Otro entrante muy característico y que nunca suele faltar en las mesas de los hogares y restaurantes húngaros son las sopas. La más famosa y conocida es la sopa de goulash, pero es posible encontrar otras muchas. En el Hungarikum Bisztró cuentan con una amplia oferta en sopas, una de las más demandadas es la Sopa de alubias con cerdo ahumado, la zanahoria y el ajo tampoco faltan entre los componentes de esta gratificante sopa que por supuesto cuenta con paprika entre sus ingredientes a la hora de darle color y sabor. Un plato moderado para comenzar un almuerzo o cena y que sin duda sirve para entrar en calor. El precio de esta sopa es de 1150 florines húngaros, rondando los 4 €.



Plato de sopa de alubias y cerdo ahumado



Pero sin duda la cocina húngara tiene como plato estrella el Goulash, se trata de un plato contundente elaborado principalmente por carne de ternera estofada, aunque también existen variedades de cerdo, para cocinar el estofado y la salsa, las cebollas, el pimiento y el pimentón son ingredientes fundamentales. Una vez listo el estofado este suele acompañarse por pasta o guarnición de patatas asadas, así como por otras hortalizas como el tomate o pepinillos. Es un plato que quita el hambre a cualquiera además de incitar a mojar pan en la salsa del goulash hasta acabar con ella. Uno de los lugares más céntricos para degustarlo es el Europa Café, ubicado en Váci utca, una de las principales vías peatonales de Budapest. El plato de goulash con guarnición de patatas asadas y hortalizas se cotiza a 2950 florines, en torno a unos 9'50 €. 



Plato de goulash acompañado de patatas asadas, tomate y pepinillo


Viena, la cuna del Wiener Schnitzel


La ciudad de Viena infunde elegancia, romanticismo y arte, mucho arte, que se ve reflejado en sus edificios, palacios y museos. Una ciudad orientada a la cultura, una cultura rica que también se ve reflejada en la gastronomía. Las recetas y platos austriacos que se encuentran muy arraigados a la costumbre local desde hace siglos, compartiendo muchas similitudes con la vecina región de Baviera, en Alemania. A las clásicas wurstel, salchichas en alemán, ya sea bratwurst o weisswurst, pasando por la currywurst, se le une el tradicional brezeln así como otro clásico de la cocina germana, el codillo, un plato muy popular y relacionado con las celebraciones y los festejos.

Al igual que sucede en Hungría, la carne está muy presente en la cocina austriaca en detrimento del pescado, que apenas cuenta con protagonismo. Sin embargo existe un plato muy característico de las cocinas de Austria y que resulta muy sencillo de encontrar en la ciudad de Viena.

El Schnitzelwirt es una de esas paradas obligatorias que se debe hacer en Viena si se desean probar los platos más populares entre los austriacos. Ubicado en el número 52 de Neubaugasse en las inmediaciones del Parlamento austríaco y el Hofburg, una de las zonas más céntricas de la ciudad. Se trata de un pequeño establecimiento especializado en la cocina austriaca, cuenta con pequeños salones que se van extendiendo a lo largo de un pasillo central bastante estrecho. La oferta gira en torno a los platos austríacos entre los que destaca el plato nacional, el Wiener Schnitzel.



Fachada del Schnitzelwirt, templo del Wiener Schnitzel



Se trata de un enorme escalope de carne que puede ser tanto de cerdo como ternera, e incluso de ave. Su método de elaboración consiste en machacar la carne hasta que quede blanda, para posteriormente sumergirla en harina, pan rallado y levadura, y que se termina por freír en mantequilla clarificada. Surge así un delicioso empanado que recubre el enorme escalope de carne. Esta especialidad suele acompañarse por patatas fritas o ensalada de patatas, así como de rodajas de limón para condimentar. A diferencia de otros establecimientos de la ciudad donde el precio de este plato oscila entre los 15 y 20 €, en Schnitzelwirt este plato sobre el que se sirven dos enormes escalopes empanados sale a tan sólo 7'20 €. Sin duda uno de los lugares más asequibles para comer Wiener Schnitzel en toda Viena. 



Plato de Wiener Schnitzel con rodaja de limón para condimentar


La cocina centroeuropea ofrece una serie de suculentos platos que se caracterizan por la presencia de la carne de ternera y de cerdo, así como las grandes dimensiones de los mismos. Platos contundentes para protegerse del frío invierno y disfrutar en buena compañía.

Guten Appetit!

Jó étvágyat!






jueves, 26 de enero de 2017

La parrillada de jabalí del Mesón El Rancho


Hablar del Mesón El Rancho invita a pensar en una cosa. Su nombre empieza a dar pistas de lo que se fríe y cocina en su cocina y entre sus brasa. Carne, carne y más carne, de todas las procedencias, a la plancha, en salsa y especialmente de grandes proporciones. Este establecimiento puede presumir de ser uno de los asadores más reputados de toda la provincia de Cádiz, especialmente en los municipios de Sanlúcar de Barrameda y Jerez de la Frontera, debido a la excelente relación calidad y precio de sus platos, así como las generosas medidas de los mismos.

El Mesón El Rancho es un establecimiento pensado a lo grande, una especie de híbrido entre una venta de carretera y un mesón asador. Cuentan de dos grandes locales, el original, cuya apertura fue en 1997, en Sanlúcar de Barrameda, con capacidad para más de mil comensales, y el de Jerez de la Frontera, abierto desde 2012, alberga en torno a los quinientos.


Entrada principal al Mesón El Rancho de Jerez de la Frontera


Ambos establecimientos guardan características en común mas allá de sus dimensiones, en ambos casos presentan un estilo rústico algo americanizado, además de un carácter informal, lo que lo hace más cercano y atrayente. En cuanto a la ubicación, ambos locales se encuentran en la periferias de las ciudades y muy próximos a vías de entrada a las mismas, facilitando la accesibilidad. En el caso del Mesón El Rancho de Jerez de la Frontera, se ubica junto a La Ciudad de los Niños, el mayor parque de ocio infantil de Jerez, esto supone un atractivo para todas las familias que acuden al recinto infantil.


Mostrador con algunas de las piezas de carne que se sirven en El Rancho


A pesar de la fama de la carne del local, la oferta gastronómica incluye además diferentes tipos de ensaladas, raciones de chacinas ibéricas, revueltos, pescados tanto fritos como a la plancha, así como deliciosas tartas y postres.


Carta de las parrilladas del Mesón El Rancho


Con respecto a la carne elaboran tanto a la parrilla como estofada. Las raciones son muy generosas, nunca por debajo del cuarto de kilo, y con una amplia variedad donde elegir; cerdo, ternera, pollo, cordero, jabalí, buey o venado. No obstante la principal atracción de la carta del Mesón El Rancho son las parrilladas, sumamente colmadas. Estas pueden ser medio o de un kilo, se acompañan junto a una gran ración de patatas. Destaca entre estas la Parrillada de jabalí, un kilo de deliciosas chuletas de jabalí condimentadas con romero, que reposan sobre un manto de patatas fritas también condimentadas por esta esencia y proporcionales a la cantidad de carne servida. El sabor intenso del romero contrasta con las jugosas chuletas empapadas en la salsa que desprende la carne mientras se hace sobre las brasas de la parrilla. Una elección excelente para cualquier amante de la carne, y que sin duda alguna está pensada para compartir por al menos dos comensales. La parrillada completa sale a un precio de 17 €.


La parrillada completa de jabalí al romero con patatas fritas


Ya sea en Jerez o Sanlúcar, el Mesón El Rancho es sin duda un lugar ideal para pasar un buen rato con los amigos o la familia disfrutando de unos suculentos platos y parrilladas de carne de buena calidad y a un precio bastante asequible.

¡Buen provecho y a disfrutar de las parrilladas!






miércoles, 11 de enero de 2017

Bar El Laurel, tapas tradicionales para todos los gustos


Las apariencias no son siempre lo que parecen; sin embargo, en multitud de ocasiones nos dejamos llevar por los aspectos y exteriores a la hora de tomar una decisión o realizar una calificación, lo cual en más de una circunstancia difiere de la realidad.

Esto mismo sucede con los bares y restaurantes, juzgados a priori por la fachada o la decoración, obviando la calidad de su cocina y su trato, que es realmente lo más importante y a tener en cuenta cuando se decide entrar en un establecimiento gastronómico.

Este puede ser el caso del Bar El Laurel, uno de los bares con más solera del Casco Antiguo gaditano. De apariencia simple y aspecto tradicional, con una decoración poco rebuscada y sin floripondios, sus paredes ocultan una de las cocinas con más esencia de la ciudad, con un sinfín de tapas, clásicas, artesanas y en muchas ocasiones difíciles de encontrar en otros establecimientos.


Fachada del Bar El Laurel


El Laurel se ubica en la esquina formada por las calles Obispo Urquinaona y Doctor Dacarrete, a pocos metros de la Plaza de Candelaria y muy próximo a la Plaza de las Flores, un enclave estratégico especialmente en época de Carnaval, ya que se trata de un lugar de paso constante en la búsqueda de las agrupaciones callejeras.

El establecimiento sigue la morfología común de las típicas tascas gaditanas. Fachada simple sin señales llamativas, local interior coqueto de tamaño medio tirando a pequeño en forma de L, es decir, con un pequeño salón a la entrada con poco más de 4 o 5 mesas y una barra mediana que se adentra hasta el final del local por la parte derecha del mismo. Colores claros y luminosos, decoración sin parafernalias, con algunos recortes de prensas y cuadros gaditanos. Sus características recuerdan a otros establecimientos de tapeo de gran popularidad y tradición, pequeñas tascas de barrio carentes de una estética sofisticada como pueden ser Las Palomas o el Nebraska.


La barra del Laurel repleta de parroquianos

La cocina del Laurel es íntegramente casera, elaboran recetas gaditanas tradicionales así como algunas otras a las que les dan su toque particular. La carta está integrada fundamentalmente por tapas, las cuales dependiendo del día y la hora se encuentran o no disponibles en cocina, es por ello por lo que disponen de un par de pizarras dentro del establecimiento donde aparece la oferta integra del momento, esta suele rondar en torno a las 25 o 30 tapas, cantidad de sobra para tener donde elegir. Dentro de las tapas se pueden distinguir diferentes categorías, tapas de carne, de pescado, aliños, guisos o especialidades de la casa.


Una de las pizarras del Laurel con la oferta en tapas del día


Dentro de las tapas de carne la salsa suele estar presente en la mayoría de ellas, la carrillada, las calderetas de carne o la carne al toro suelen ser fijas, junto a ellas el solomillo de cerdo a la plancha o la presa ibérica acostumbran a dejarse ver por la pizarra. Aunque sin duda una de las tapas más exquisitas y que no siempre está disponible es el Medallón de solomillo al Pedro Ximénez, una tapa que vale la pena probar y que le otorga fama al establecimiento. Un medallón de solomillo de cerdo, de buen tamaño, sabroso y blando, yace sobre un surtido de patatas fritas. La gracia de la tapa se encuentra en la salsa de PX que baña por completo el medallón de solomillo así como las pasitas que sirven sobre este otorgándole a la tapa un sabor dulce a la vez que intenso que recuerda al PX. Una tapa deliciosa y obligatoria de probar a un precio de 2'50 €.


El delicioso medallón de solomillo al Pedro Ximénez


Con respecto a los pescados la variedad es muy amplia, ofertando los clásicos fritos gaditanos como el cazón en adobo, las gambas con gabardina, las pavías de merluza o los chocos fritos. Cuentan además con otras tapas de pescado más elaboradas como son el morrillo de atún, el marrajo a la plancha o el lomo de merluza a la roteña. Una de las tapas de pescado que suele ser fija en la pizarra, muy típica de la gastronomía gaditana y que cada día se hace más difícil de encontrar en los bares de Cádiz es el Mero empanado, de la familia del gallo y el pez loro, se trata de un pescado blanco que al empanarse queda jugoso por dentro y crujiente por fuera, ideal para los niños y que suele gustar a todos, especialmente cuando está empanado. Lo sirven con patatas fritas y mayonesa para mojar, como suele ser habitual con otros pescados empanados. La tapa sale a 2 €.


La tapa de mero empanado


Las albóndigas son otras de las especialidades del Laurel, las elaboran de diferentes maneras y para todos los gustos. Destacan las Albóndigas de choco a la marinera, la tapa consta de albóndigas jugositas y consistentes hechas a base de choco, junto a las albóndigas a modo decorativo y para darle un toque más marinero sirven un par de chirlas abiertas junto a unas cuantas patatas fritas, todo bañado por una rica salsa marinera. El precio de la tapa es de 2'50 €. Además de estas albóndigas, tanto las albóndigas al oloroso así como el albondigón de bacalao son muy recomendables para los adeptos a estas bolas de carne picada.


La tapa de albóndigas de choco a la marinera


Otra tapa de toda la vida y de gran aceptación de las que dispone El Laurel son las Bombitas de patata picantonas, una tapa clásica que no debe faltar nunca en la carta de un bar. En El Laurel saben cómo elaborarlas bien y darle ese punto casero. Como acompañamiento las sirven junto a unas hojas de lechuga y un par de toques de salsa brava y mayonesa que le dan mejor sabor.


Las bombitas de patata picantonas, especialidad del Laurel


Estas son algunas de las muchas tapas que se sirven a diario en El Laurel, un establecimiento que sin llamar apenas la atención, siempre cuenta con las presencia de comensales de todas las edades que buscan en la pizarra cuales son las tapas del día.

¡Buen provecho y a tapear!






domingo, 1 de enero de 2017

El Lado Dulce de la Barra: El surtido navideño de Medina Sidonia


La Navidad es una de las épocas más especiales del año, son días para estar con la familia y los seres queridos, realizar compras, ver belenes y hacer todas esas cosas pendientes que nunca dan tiempo el resto de los días del año. También son días de grandes comidas, las comidas navideña con los amigos o compañeros del trabajo, las cenas de Nochebuena y Fin de Año así como los almuerzos de Navidad y Año Nuevo. Con motivo de las fiestas, el menú se adapta a la importancia del momento, estando presente el marisco, los embutidos, las carnes rellenas, las cremas o los pucheros.

Aunque sin duda alguna los surtidos navideños de dulces, polvorones y turrones son lo más característico en las mesas durante esta época del año, existiendo productos navideños de todos los tipos, formas, sabores y texturas que se adaptan al gusto de todos. En la provincia de Cádiz existe un municipio con gran tradición en la repostería y confitería navideña, no es otro que Medina Sidonia, lugar de enorme solera repostera desde la época andalusí.

El municipio jandeño de Medina Sidonia es conocido además de por su cocina de cuchara y platos de caza, por su gran tradición repostera especializada en los productos navideños, elaborándose una serie de especialidades propias del municipio que se comercializan por toda la provincia. Aromas de Medina y Sobrina de las Trejas son sin lugar a dudas las dos confiterías más reconocidas dentro de la localidad y también fuera de la misma.


Aromas de Medina, elaborando dulces artesanos desde 1958



Se trata posiblemente de la confitería de mayor envergadura y expansión en toda la provincia de Cádiz. Surge de la mano del matrimonio entre María del Carmen Macías y Santiago Barrios, iniciados en el mundo de la repostería en 1958. Cuentan con unas grandes instalaciones ubicadas junto a la Ctra. Medina-Paterna, a escasos kilómetros del núcleo urbano del pueblo. Disponen de un gran edificio decorado al más puro estilo andalusí, con amplios jardines y más de 150 plazas de aparcamiento al aire libre. Dentro del mismo, en la primera planta, cuentan con una tienda de compra a granel además de una pastelería y una amplia cafetería, abiertas al público durante todo el año, en esta misma planta se encuentra también la zona donde se elabora toda la producción. En la segunda planta poseen varios salones para exposiciones así como celebraciones.


Fachada de Aromas de Medina

Algunas de las instalaciones de Aromas de Medina, así como la zona de elaboración


La variedad de dulces navideños es amplísima, ofertan desde los clásicos polvorones, roscos y hojaldradas, de distintos rellenos y sabores, hasta los típicos productos asidonenses como los alfajores o los amarguillos. Disponen de otros productos menos conocidos pero igual de dulces y deliciosos así como otras especialidades dentro de las que destacan la Torta parda, otro clásico de elaboración local en forma de canastilla hecha a base de masa de almendras y rellenas por un jugoso cabello de ángel, el Chocolatado, se trata de un polvorón de chocolate recubierto por una deliciosa cobertura de chocolate crujiente, la Delicia de Chocolate, prima hermana del chocolatado aunque en este caso el mantecado es menos sólido y la cobertura de chocolate solo se da en la parte inferior del dulce, la Yema Nevada, una especialidad a base de yema confitada y almendras recubierta de una fina capa de chocolate blanco y el Pastelito de gloria, un exquisito mazapán relleno de confitura de boniato.


La torta parda, el chocolatado, la yema nevada, la delicia de chocolate y el pastel de gloria de Aromas de Medina


Sobrina de las Trejas, sabor y tradición desde 1852



Una de las confiterías más reputadas dentro de la provincia de Cádiz a la vez que una de las más longevas, pues cuenta con más de 160 años de experiencia repostera. Fundada en 1852 por las hermanas Trejo, el negocio pasó posteriormente a su sobrina, surgiendo así el nombre del negocio. Cuentan con un pequeño despacho en la Plaza del Ayuntamiento de Medina Sidonia además de unas instalaciones mucho mayores donde elaboran artesanalmente sus productos, disponen también allí con cafetería, estas se sitúan en el polígono industrial del municipio junto al recinto ferial.


Fachada del despacho tradicional de Sobrina de las Trejas

Fachada del edificio de producción de Sobrina de las Trejas



Son una de las referencias en la elaboración de dulces típicos de Medina Sidonia como los alfajores, las tortas pardas o los amarguillos, así como diferentes tipos de turrones y dulces variados. Cuentan también con un buen surtido de bombones, muy renombrados y de gran calidad, entre estos destaca la Campanita, un riquísimo bombón elaborado con una crema de chocolate blanco sobre la que coloca una guinda de licor, todo a su vez cubierto por una fina capa de chocolate negro crujiente. Se comercializan en cajas de 400 gramos a un precio de 8 euros la caja. 


Las campanitas de Sobrina de las Trejas


Otro de los bombones de Sobrina de las Trejas más reputado es la Trufita, guarda ciertas similitudes en cuanto a la forma con las campanitas, se trata de una masa hecha con diferentes variedades de chocolate sobre la que se coloca una nuez y a su vez se recubre todo con chocolate blanco, se comercializa en el mismo formato y al mismo precio que las campanitas.


Las trufitas de Sobrina de las Trejas


Todos estos productos elaborados artesanalmente en las confiterías de Medina Sidonia se tratan de dulces navideños de primera calidad, excelentes para completar el surtido navideño de cualquier hogar en estas fechas tan señaladas.

¡Feliz Navidad y próspero Año Nuevo! 





miércoles, 21 de diciembre de 2016

Los estofados y los guisos de carne del Restaurante Bar Cádiz


El Restaurante Bar Cádiz es uno de los grandes abanderados de la gastronomía de La Janda, y es que en esta comarca de la provincia de Cádiz tienen una forma muy particular de entender la cocina: platos colmados que quitan el hambre, recetas tradicionales que perduran en el tiempo y productos de primera calidad criados o cultivados en plena naturaleza, evitando la tendencia actual a la "alimentación artificial".

Entre todos estos productos naturales, en los bares, restaurantes y ventas, uno de los grandes atractivos de estos municipios, saben seleccionar las mejores piezas y las mejores cosechas con el fin de que cualquier cliente quede satisfecho y desee repetir. Los establecimientos de La Janda disponen de un gran número de especialidades, entre las que destacan los estofados y los guisos de carne, siendo el Bar Cádiz uno de los mejores lugares para dar fe de la calidad de los mismos.

En pleno centro del municipio de Medina Sidonia, justo en la concurrida plaza del Ayuntamiento, se ubica el Restaurante Bar Cádiz, un establecimiento de toda la vida cuyo origen se remonta a mediados del siglo XX. Bajo la dirección de la Familia Valiente, el Bar Cádiz ha sabido posicionarse como uno de los restaurantes más afamados en la localidad asidonense, contando incluso con reconocimiento desde otros municipios gaditanos.



Fachada del Restaurante Bar Cádiz


Se trata de un restaurante de gran amplitud que cuenta con una barra justo a la entrada, la cual se deja para el tapeo. Tras esta entrada, el establecimiento dispone de numerosos salones y patios interiores bajo un estilo muy cuidado y una decoración bastante armoniosa. Cuenta además con un salón en la planta superior y una terraza exterior en la misma plaza del Ayuntamiento.


Uno de los pasillos que conectan los salones del Bar Cádiz


El Bar Cádiz presenta con una carta "Made in La Janda", para comenzar disponen de entrantes fríos como los embutidos, queso manchego, lomo en manteca o jamón ibérico entre otros, además de diferentes tipos de ensaladas. Entre los entrantes calientes destaca el amplio surtido de croquetas, entre las que sobresalen las de espinaca y queso y la de espárragos trigueros, en temporada ofertan también platos con setas. Como principales, el pescado goza de protagonismo en la carta del Bar Cádiz, diferentes especialidades de la Bahía de Cádiz tanto fritas como a la plancha son las más demandadas. Con respecto a la carne, la vaca retinta se encuentra muy cotizada tanto a través del solomillo como del entrecot.

Aunque si hay algo que luce y sobresale en la carta del restaurante es el amplio abanico de estofados y guisos de carne que ofrece. El simple hecho que sirvan el pan de telera cortado a rebanadas muy blandas, comienza a dar pistas sobre la utilidad que podrá tener el mismo.

Entre los guisos hechos a base de carne de caza mayor destaca el Venado estofado al tomillo, se trata de uno de los guisos más característico de La Janda, el guiso se compone de trozos de carne de venado cortada a taquitos de bastante consistencia, notándose lo fibrosa que es la carne de este animal, los cuales van sumergidos a medias bajo una densa salsa aromatizada a base de diferentes hierbas entre las que destaca por encima de todas el tomillo. La presencia del tomillo le otorga un excelente sabor al venado así como a la salsa, incitando a mojar las rebanadas de pan, el estofado lo sirven junto a una fritada de patatas. Lo sirven tanto en ración como en media ración, a un precio de 12 y 6 € respectivamente.


Ración de venado estofado al tomillo, receta muy típica de La Janda


Además del venado, ofertan otro guiso de carne de caza mayor bastante cotizado como es el jabalí con setas.

Cuentan además con estofados de aves y de caza menor, uno de los más solicitados es el Pollo de campo guisado al estilo de la Abuela, la crianza del pollo en comparación con el pollo de granja se nota claramente en el sabor del plato, el guiso lo componen tanto muslo como contramuslo así como parte de la pechuga. La salsa que se sirve es bastante especiada aunque con un uso moderado de todos los ingredientes evitando que el sabor sea demasiado intenso. El sabor del plato es intenso así como la carne del pollo es fácil de deshilachar haciendo más fácil su ingesta. El precio de este plato es de 12 €.



El pollo de campo guisado al estilo de la Abuela


Ofrecen otros guisos de aves como el pato azulón con setas así como las perdices al Doctor Thebussem, uno de los platos más afamados del establecimientos. El conejo de monte estofado es también muy valorado por los comensales.

El Bar Cádiz oferta también otros guisos más comunes y fáciles de encontrar en los bares y restaurantes de nuestra provincia. Destaca la Carrillada de ternera al vino tinto, menos gelatinosa que la carrillada de cerdo ibérico, se sirve junto a una deliciosa salsa aromatizada con vino tinto, otorgándole un delicioso sabor a la carne, como acompañamiento se sirven unas ricas patatas fritas. La ración sale a 12 €. 



Ración de carrillada de ternera al vino tinto


Como bien se puede apreciar, el Bar Cádiz es todo un especialista en los guisos y los estofados, la salsa es uno de los signos de identidad en este restaurante, aunque bien se puede decir que comparte esta característica con un gran número de establecimientos de la comarca.

No hay dudas de que se trata un lugar de peregrinaje para todos los fieles a la buena carne y a mojar pan en salsa.

¡Buen provecho y a salsear!